viernes, 16 de abril de 2021

ANDERSON PAAK Y BRUNO MARS

 






Os aseguro que me pasa muy pocas veces. En realidad casi nunca. Bueno, hacía muchos años que no me ocurría.

Ya tengo un buen puñado de años, y he visto nacer un montón de cosas: el teléfono móvil, internet, el primer Windows, la televisión en color, muchos trasplantes, los cajeros, las tarjetas de crédito. El día que despegó el Apollo 11, yo cumplí 6 años. A las 11:04 de aquel mismo día, los Beatles dieron por buena aquella toma del Come Together. Y a las 11:43, el My Cherie Amour estaba sonando por una emisora francesa que estaba escuchando mi mamá. Por la tarde, escuchamos como Eddy Merckx cruzaba la meta de Burdeos con su maillot amarillo, que llevó hasta París una vez más. Poulidor, otra vez en el podium. Incluso vi nacer y desaparecer cosas como el DVD, los mini disc o el walkman. Menudo invento los walkman, sonidazo para pobres, me flipó mucho. Recuerdo, cuando el Toni Gallardo me puso aquellos mini cascos naranja en los oídos, escuchar aquello por primera vez. Fue una revelación sonora. Creo recordar que eran Steely Dan. Me quedé alucinado. En cuanto pude me fui a Andorra y me pillé uno, que quemé escuchando música a todas horas. En aquellos tiempos, escuchaba el funk de George Duke, Stanley Clarke, Chick Corea, Stevie Wonder o los Jackson Five; y los grupos de moda de mi interés, que también vi nacer y desaparecer, fueron una buena hostia para mi intelecto. Los Police con su Roxanne (cágate lorito); los Dire Straits (de estos me gustó mucho el Communiqué); y el malogrado Bob Marley, que cuando actuó en Barcelona, rodeado de maderos (esos, los hombres de marrón también los vi nacer y desaparecer, como corrían los cabrones, suerte que éramos jóvenes y atléticos) salió al escenario con un porro muy muy gordo, Jajaja, y no lo encarcelaron, joder, qué grande, le amábamos; la Monumental apestaba a hachís y maría. 

No sé si estoy a punto de exagerar, pero si lo hago, no lo voy hacer voluntariamente. Han pasado un montonazo de años hasta que he vuelto a sentir algo parecido a lo que sentía en mis años mozos, cuando iba descubriendo y escuchando esas novedades que me llamaban la atención; y ha sido con un dúo, de ahora, que me llegó al wasap. Voy a sincerarme respecto a los vídeos y músicas que me envían los colegas: la cosa es que no suelo escuchar lo que me envían y, cuando me lo pongo, no suelo acabarlo de ver u oír (me aburre, casi todo me suena a un déjà vu, pero sin gracia, o, incluso, peor que eso). Esta vez le di al play, porque me lo había enviado un tipo con criterio musical aceptable (jajaja), y me lo puse dos veces seguidas. Desde aquel día, lo he escuchado como 4 ó 6 veces (eso sí que es raro), y la sensación fue, más o menos, como la primera vez que oí a Jamiroquai (me había olvidado de Jamiroquai; eso fue en los noventa, y también me movió algo por dentro). 

Aunque parezca mentira no los conocía de nada (a esos dos jovenzuelos de ahora), y son muy famosos, pero no habían traspasado mi burbuja. Me gustan, son divertidos. El vídeo es muy fino, divertido, sin estridencias; conociendo muy bien el suelo por el que andan, han escuchado mucha música de la misma que yo escuchaba de jovenzano (y que, en ocasiones, reviso: Wonder, Davis eléctrico, Earth, Wind & Fire, George Duke, Michael y los Jackson, y tó de lo negro de la Motown ). Está claro que me han llegado. Son unos tipos con mucho talento, que se lo pasan en grande. Cuando los escucho no puedo dejar de sonreír. A raíz de esto (lo de llegarme este vídeo por wasap), he escuchado sus cositas por separado, y aquí me he decantado claramente por Anderson Paak (toca muy bien la batería, los arreglos son muy buenos y el grupo que he escuchado, en un par de directos, suena de puta madre). Su directo es muy bueno, me dieron ganas de desempolvar el Alembic y llamar a unos colegas. He oído dos conciertos suyos (Anderson Paak y the Free Nationals), y no he podido dejar de sonreír durante más de una hora (coño). Es acojonante esa sensación de buen rollo que me trasmite. Además, leí sobre él, de su vida, de su madre, de su padre, y es una historia muy dura con final feliz, o eso pienso. Este tipo vale mucho. Los dos tienen mucho talento y hacen un buen tándem, y espero que, cuando salga el disco completo, sigan en esta línea. Son pura alegría de vivir. 

Igual mañana se me ha pasado. Soy así.

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