Empiezas
a escuchar y se van presentando, casualmente, a través de otros
hasta crear un entrelazado interminable donde se anudan los lugares,
los personajes, las músicas... cada uno llevamos esta maraña de una
manera, de forma propia, exclusiva y casual. Me he liado. Lo aclaro:
Con 15 años Juan se compra el disco Minute
by Minute de
los Dooby Brothers
(se lo ha recomendado un primo mayor) y en una primera escucha le
llama la atención el cantante de la canción What
a Fool Believes,
su voz aterciopelada y preciosa... averigua que se llama Michael
McDonald (fabuloso cantante que le puso los pelos de punta a Juan),
momentáneamente se queda la cosa así. Un día con 16 años y 3
meses escucha en un garito nocturno de Sitges una música que le
gusta (pelos de punta, grandiosa música) y le pregunta al guapo
pinchadiscos y este le comenta que es Steely Dan. A los días se
compra el disco The Royal
Scam (la carátula le impacta de lo fea que es)
y en este álbum se topa de nuevo con Michael McDonal (le reconoce,
este reencuentro le encanta, le pone), le llama la atención un solo
de guitarra y lee que es de Larry Carlton. Paseando, entra a ver
discos (Juan ya tiene 17 y medio) y se compra el único que hay en la
tienda en el que aparece Carlton, descubre en este (disco) a Joni
Mitchell (grande), en el disco de Mitchell le llama la atención el
Saxofonista, se compra el Nefertiti
de
Miles
Davis en el que toca
Wayne Shorter (el saxo que tocaba en el disco de Joni Mitchell),
descubre a Miles. Se regala como regalo de cumpleaños, el día de
sus 20, el Tutu
de Miles y descubre a George Duke... Incluso de los pocos discos que
descubrió Juan hasta sus 20 habría podido darle más vueltas y
buscar más caminos, abrir nuevas sendas. De todas maneras lo
interesante es que al final Juan se hizo fan o como mínimo
conocedor, que no es poco, de la música de los Doobie Brothers, de
McDonald, de Steely Dan, de Larry Carlton, de Joni Mitchel, de
Shorter, de Miles Davis y de George Duke. Este es su entrelazado
particular, exclusivo y casual, donde aparecen unos lugares con sus
personajes y tus músicas.
Georege
Duke entró en mi entrelazado de distintas maneras, la primera fue a
través de Stanley Clarke, cuando empecé a tocar el bajo yo era muy
fan de Clarke. A tiempo (poco) me grabaron en una andorrana cinta
Maxell de cromo el disco titulado Brazilian
Love Affair (este me lo
grabó Agustín Charles, calculo que sería en 1981). A los años lo
llegué a ver en directo en el festival de jazz de Andorra, ahí
descubrí su humor y su falsete (del George Duke). Un día en una
tienda del tubo de Zaragoza me compré un disco donde él tocaba
standars de jazz a trío con piano acústico, era un crío (él), me
sorprendió, todo lo que había oído de él se alejaba bastante de
lo que se puede enclavar en el jazz ortodoxo, pero está claro que
era un gran conocedor de este lenguaje aunque su música fue por
otros derroteros. También intervino en el álbum Tutu de Miles
Davis. En la puerta de mi habitación tenía un póster publicitario
de bajos Ibanez donde el protagonista era Alphonso Johnson, nunca lo
había oído tocar (al Alphonso, puto crío de 16 ó 17) pero me
gustaba la foto, esta foto publicitaria me llevó a escuchar el
primer disco de Phil Collins (ya que Alphonso Johnson tocaba en él,
este disco se ha vuelto a editar estos días, con alguna toma inédita
en directo...) y a comprarme un disco en directo donde aparecía
Alphonso y casualmente también estaba George Duke (en esta ocasión
colíder junto a Billy Cobham), en este álbum en directo descubrí a
John Scofiel, pero esta es otra historia de la cual hablaré en otro
momento. También recuerdo con cariño aquellos viajes de aquella
gira que tocaba junto a Diego Martínez de Pisón, David Gómez,
Iñaki Askunze y Coco Fernández, en la furgoneta había un aparato
de música que iba con cintas, al segundo viaje me traje la famosa
Maxell (que 14 ó 15 años después aún conservaba) con la grabación
de Brazilian Love Affair
, Coco Fernández se declaró fan de aquella música, que al igual
que a mí, en algún momento se entrelazó a su vida.
Desde aquel momento siempre he visto un parecido entre Coco y George,
no puedo evitarlo, siempre que reescucho a George Duke recuerdo a
Coco Fernández y siempre que veía tocar a Coco me recordaba a
Gerorge. Lugares, personajes y músicas. El entrelazado sigue
creciendo.
No
he podido escribir menos. Lo siento.
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